Ha sido una palabra de moda durante bastante tiempo y aún así, es algo que a mucha gente no le gusta asociarse o que puede parecer francamente controvertido: el voluntariado. La idea de proporcionar altruistamente un servicio sin ningún beneficio financiero no es nada nuevo y, sin embargo, a la luz de un contexto internacional en constante cambio, parece ser más relevante que nunca, especialmente entre los jóvenes.

Ir al extranjero y trabajar como voluntario podría no haber cruzado por su mente antes, o puede que simplemente haya pensado que no está hecho para eso. Si busca más razones para no embarcarse en lo que podría terminar siendo la mayor aventura de su vida, siga leyendo:

  1. Conocerás una cultura diferente, y no me refiero solo a mirar desde lejos, como si estuvieras viendo una película, sino a sumergirte en todo lo que ofrece: comprender costumbres y tradiciones, así como aprender el significado detrás de todo esto.
  2. Verás lugares increíbles de los que nunca habrías pensado que acabarías siendo testigo. Ya sea algo que siempre ha querido visitar o un lugar escondido, desconocido para los turistas habituales, puede estar seguro de que se quedará sin palabras al menos una o dos veces.
  3. Te enfrentarás a un nuevo idioma que no se parece en nada al tuyo y que nunca imaginaste que querrías aprender. Aunque no te convertirás en un experto en seis semanas, para cuando regreses a casa seguramente tendrá algunas frases geniales para enseñar a sus amigos.
  4. Serás expulsado de tu zona de confort y aprenderás a enfrentar situaciones inesperadas. No importa a dónde decidas ir, puedes estar seguro de que surgirá algo que lo obligará a reconsiderar su curso de acción, y ¿adivina qué? Serás una persona mejor y más capaz al final.
  5. Te volverás más consciente, no solo de cómo son las cosas fuera de tu propia realidad, sino también de quién eres como persona, de cuáles son tus puntos fuertes y débiles y cómo puedes utilizarlos para cambiar algo en el mundo.
  6. Conocerás a personas que cambiarán tu vida, ya sea exponiéndote a una cosmovisión diferente o enseñándote algo sobre ti o sobre el planeta. Independientemente de lo que decidas hacer, las personas que conozcas en el camino siempre serán el mejor componente del viaje y lo que más valorará una vez que haya terminado.
  7. Obtendrás una nueva perspectiva sobre quién eres, qué quieres lograr y cuál es tu papel en el gran esquema de las cosas. Puedes estar seguro de que, al final de tu experiencia, habrá alguien completamente diferente que se mirará al espejo, debido a todo el desarrollo que ha tenido.
  8. Podrás explorar intereses que antes no pensabas prestar atención. Ya sea que descubras tu amor por compartir el conocimiento con otros o una pasión secreta por campos como la fotografía, definitivamente hay algo que ganar si tienes libertad para hacer cosas nuevas.
  9. Obtendrás habilidades de liderazgo que te ayudarán en todo lo que hagas después de regresar. Tus estudios, tu carrera y tu vida personal se deberán beneficiar de las habilidades que desarrollas mientras eres voluntario. Y no importa el campo en el que desees participar, puedes estar seguro de que el liderazgo marcará la diferencia.

Te convertirás en un agente de cambio trabajando activamente para hacer del mundo un lugar mejor. Tener la oportunidad de hacer tu parte y dejar tu huella en la comunidad en la que vivirás contribuyendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible será algo que siempre recordará y que definitivamente transformará tu forma de pensar sobre los problemas mundiales.

 

Si la lista que reunimos no te atrae un poco, podría significar que eres ese raro unicornio que realmente no debería intentar ofrecerse como voluntario; pero si lo hizo, y tenemos la sensación de que al menos eres un poco curioso, ¿por qué no intentarlo y descubrir todas las cosas increíbles que tiene guardadas para ti?

¡Ve a aiesec.org y encuentre tu oportunidad!

Ioana Vargas

Fuente: aiesec.org